lunes, 4 de julio de 2011

DIOSA


Diosa de mis Desvelos,
Eres tú la que me acoge en sueños de gloria
Para luego dejarme caer desde lo alto,
Eres tú la que me incita hálitos de vida
Para después cortar mis venas a capricho,
La que sin compasión cercena
Una a una mis ilusiones alocadas.

Diosa de mis Atardeceres, de mis Amaneceres dueña,
Señora insigne de las tardes que caen tras los días
En los inmensos ventanales de mi Locura infinita;
Diosa, Diosa… Diosa de mis retales,
De la niñez de mis lágrimas abisales,
Del poder infructuoso de un corazón
Lacerado, mancillado, masacrado.

Diosa de mi Nada que me la robado Todo,
Diosa de mi Pensamiento, Diosa de mis reflejos,
De mi Cordura y mi Locura;
No eres Diosa de mis juegos
Ni de mis sentimientos ajenos
Que en la alborada yacen sepultados
Por la Diosa que no quiere verlos.

Diosa de mi Ocaso que me robas las mañanas
Y fríos dejas mis ojos de dónde las lágrimas
Ya te has bebido una a una;
Diosa de bagatelas, de oricalco e ilusiones,
Siempre vanas y fatales, siempre desesperadas…
Diosa de un Sueño que cantas naufragios
A mis oídos tristes que ya no tienen Esperanza.

Diosa de mi Pesadilla Eterna,
Serpiente en el Edén de mi Alma
Que me robas incluso el Alba
Y te ríes de mis rezos;
Diosa que eres demonio disfrazado
De Diosa en el remanso del riachuelo,
Junto a una piedrecita aposentada
Mirando en el agua cristalina
El rojo manantial de sangre de mis venas
Mientras, distraída, juegas a poner diques
Que coarten su fluir… y ríes!.

Diosa,
Mi Diosa…
Mi Tormento.

© El Hombre sin Sueños 2004

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