domingo, 17 de julio de 2011
UN SENTIMIENTO: CULPA
SENTIMIENTO
Un perfecto y buen Sentimiento
Anidó una vez en mí,
Nunca hubo Amor mayor…
Pero el fin llego inexorable
Y me apartó de ti.
Hizo el viento un extraño favor,
Viento que el Tiempo olvida,
Así que ven,
Ven desde lejos para oírme,
Ven de nuevo a mi vida
Porque cantaré fuerte…
Oh!, sí, por fin vi
Cuál será mi Destino.
CULPA
Oh!, Culpa, yo no quiero que me persigas;
Jura que me dejarás decidir…
Aceptas que nunca es demasiado tarde?,
Aceptas que he de volver?.
Quizá el mañana habrá de traerme más,
Pero no lo sé…
Quizá, despacio,
Volveré a la Pena que pensé ya olvidada.
EL MAR
EL MAR
Puede no ser un poema
Lo que voy a decirte,
No sé si vale la pena
Tratar de describirte.
Aquí he estado varado
Sólo para poder verte,
Y he envejecido
Sin entenderte.
Mar, oh mar…
Mi deleite.
EL MAR LEJANO (EL MAR 2)
Un puerto tranquilo al abrigo
De un futuro mejor,
Quizá ahora perdido
En un presente temor.
No tiene mucho sentido
No esperar lo mejor
Que viene desde
Un profundo misterio:
El primer Amor.
Aquí permanezco,
Solo, contemplando,
Y canto tu voluntad,
Y canto tu despertar,
Y abrazo los recuerdos…
Canto el paso del Tiempo.
Aquí permanezco,
Inalterable, contemplando,
Sin querer… sin notarlo.
DESTINO Y SILENCIO
DESTINO
Aguas paradas,
Claro de luna,
apenas nada…
Pero mejor, mucho mejor.
Comencé este viaje
Envuelto en un profundo espejismo.
Si fue mi destino
Contar historias pequeñas,
Es un largo camino
Pero mi alma lo desea.
Si fue mi Destino
Cantar con voz que llora,
Es un largo camino
Pero mi alma lo adora.
SILENCIO
Así, paso a paso,
he elegido
este presente silencio,
un silencio
tan poco querido por mí…
Oh!, cómo el último momento…
El Silencio,
El Momento…
Sólo Silencio.
lunes, 4 de julio de 2011
DIOSA
Diosa de mis Desvelos,
Eres tú la que me acoge en sueños de gloria
Para luego dejarme caer desde lo alto,
Eres tú la que me incita hálitos de vida
Para después cortar mis venas a capricho,
La que sin compasión cercena
Una a una mis ilusiones alocadas.
Diosa de mis Atardeceres, de mis Amaneceres dueña,
Señora insigne de las tardes que caen tras los días
En los inmensos ventanales de mi Locura infinita;
Diosa, Diosa… Diosa de mis retales,
De la niñez de mis lágrimas abisales,
Del poder infructuoso de un corazón
Lacerado, mancillado, masacrado.
Diosa de mi Nada que me la robado Todo,
Diosa de mi Pensamiento, Diosa de mis reflejos,
De mi Cordura y mi Locura;
No eres Diosa de mis juegos
Ni de mis sentimientos ajenos
Que en la alborada yacen sepultados
Por la Diosa que no quiere verlos.
Diosa de mi Ocaso que me robas las mañanas
Y fríos dejas mis ojos de dónde las lágrimas
Ya te has bebido una a una;
Diosa de bagatelas, de oricalco e ilusiones,
Siempre vanas y fatales, siempre desesperadas…
Diosa de un Sueño que cantas naufragios
A mis oídos tristes que ya no tienen Esperanza.
Diosa de mi Pesadilla Eterna,
Serpiente en el Edén de mi Alma
Que me robas incluso el Alba
Y te ríes de mis rezos;
Diosa que eres demonio disfrazado
De Diosa en el remanso del riachuelo,
Junto a una piedrecita aposentada
Mirando en el agua cristalina
El rojo manantial de sangre de mis venas
Mientras, distraída, juegas a poner diques
Que coarten su fluir… y ríes!.
Diosa,
Mi Diosa…
Mi Tormento.
© El Hombre sin Sueños 2004
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